"La vida se orienta primariamente hacia la búsqueda del placer y huída del dolor. Ir hacia el placer provoca en el organismo un impulso hacia afuera para llegar a la fuente de ese placer, pero el peligro del dolor forza al organismo a ahogar este impulso, creando así un estado de ansiedad. Las situaciones que conducen a este estado de titubeo se dan en la niñez entre padres e hijos. Los niños consideran a sus progenitores como una fuente de placer y se esfuerzan por llegar a ellos con amor. El infante es todo corazón hasta que conoce el desengaño y padece la primera privación. Ocurre lamentablemente que los padres no son sólo una fuente de placer, pronto quedan asociados en la mente del niño con la posibilidad del dolor. Tarde o temprano se levantan defensas para reducir esta ansiedad, pero estas defensas reducen también la vida y la vitalidad del organismo. Esta secuencia, búsqueda de placer, privación, frustración o castigo, ansiedad y después defensa, es un esquema general que explica todos los problemas de la personalidad.
La defensa no bloquea completamente todos los impulsos para buscar el placer. Si los bloquease se produciría la muerte de la persona. En la bioenergética, estos distintos tipos de defensas tienen el título común de "estructuras del carácter". Defínase el carácter, como un patrón fijo de conducta, como la manera especial en que el individuo administra su búsqueda de placer. Está estructurada en el cuerpo en forma de tensiones musculares crónicas y generalmente inconscientes, que bloquean o limitan los impulsos hacia afuera. Al investigar la estructura del carácter, podemos ver sus problemas más profundos y ayudarlo a liberarse de las limitaciones impuestas por su experiencia vital anterior. Lo primero que intentamos al observar un cuerpo, es determinar el grado en que aquel organismo es capaz de expansionarse o reaccionar placenteramente al medio."
Bioenergética, Alexander Lowen
